1 Un ordenador infectado con malware se detecta a simple vista.
El 93% de los encuestados afirma que los ordenadores que tienen instalado algún tipo de malware (ya sea virus o software espía), funciona más lento que otros que no lo estén infectados. Vamos, que salta a la vista que nuestro ordenador tiene instalado en su disco duro alguno de estos programas maliciosos, porque su rendimiento se ve afectado claramente. Error. La mayoría de este software actúa de forma silenciosa: hacen su trabajo y no llaman la atención de los usuarios. La única forma de descubrirlos (y eliminarlos) es con un antivirus actualizado.
2 La principal entrada de malware es a través del correo electrónico.
El 54% considera que los virus llegan a través del e-mail. Seguramente, esta suposición se deba a casos como el del archifamoso "I Love You", un correo que traía como sorpresa adjunta un gusano que borraba el contenido del disco duro. Sin embargo, han pasado ya once años desde aquel ataque. Ahora se estilan más otras artes, como el "scam" o anzuelos en forma de noticias curiosas que pululan por las redes sociales. Al pincharlos redirigen a páginas webs que anuncian negocios fraudulentos o a webs que con tan sólo visitarlas infectan nuestros equipos. Esto se explica en el siguiente mito.
3 No se puede infectar un ordenador por visitar una página web.
El 48 % de los preguntados piensan que un ordenador no se puede infectar por visitar una determinada página web. En los últimos meses, esta práctica se ha puesto de moda entre los amigos de lo ajeno. Los delincuentes diseñan páginas web que, al ser visitadas, hacen que automáticamente se inicie una descarga silenciosa (denominada "drive-by-download") de la que no son conscientes a simple vista (ya que no se abre la típica ventana de "descargas" ni se pide permiso para realizarla). De esta forma, un programa malicioso se descarga en el disco duro y se instala sin que seamos conscientes de ello.
4 Los sitios de P2P y descargas son los principales focos de virus.
La mitad de las personas que respondieron a la encuesta cree en esta falsa leyenda. Aunque existan virus introducidos por un delincuente en alguno de los billones de archivos que se comparten en estas webs, es una práctica considerada anecdótica. El verdadero foco son las páginas falsas, especialmente diseñadas para engañar a los usuarios.
5 Las páginas de contenido pornográfico son más peligrosas que el resto.
El 37% sostiene esta creencia. Una vez más, se trata de algo que fue verdad hace años, cuando determinadas webs pornográficas realizaban una conexión telefónica a líneas más caras, provocando facturas astronómicas a cargo de sus víctimas. Ocurría antes de la llegada del ADSL, cuando los internautas nos conectábamos a través de un módem de 56k. Es decir, en la prehistoria.
En la actualidad, las páginas de contenido para adultos no realizan estafas de este estilo porque no les hace falta. El motivo que aduce el informe de Gdata es que estas webs son un negocio bastante lucrativo. En muchas de ellas hay que introducir datos bancarios para conseguir determinados servicios, por lo que los administradores y dueños se cuidan mucho de que todo funcione a la perfección y que no haya ningún tipo de sorpresa en forma de robo de datos bancarios que pueda poner en peligro su servicio.
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